jueves, 30 de abril de 2009

Las "tempestades" de la vida.



La vida humana está destinada a enfrentar todo tipo de situaciones críticas; sin ir demasiado lejos, a nivel mundial estamos enfrentando una crisis financiera que ha desestabilizado la economía de las naciones con una inminente cesantía a todo nivel; no hace mucho, la temida gripe porcina, con una amenaza de pandemia y temor de gran mortandad generalizada en todas las naciones.

A un nivel nacional, lo mismo, pero con los particulares problemas de cada nación: corrupción a todo nivel, abuso de poder, tráfico de drogas y de armas, violencia, familias destruidas, niños expuestos al mal, etc. El terremoto de febrero 2010 con el tsunami, dejaron una secuela de muerte y destrucción que afectó a gran parte del país; la seguidilla de temblores, a un año del terremoto, tiene a muchos en gran angustia.

¿Y si mencionamos los problemas matrimoniales, familiares, laborales, económicos, de estudios, de salud, etc.? La realidad, es que ante tales circunstancias, nos sentimos como en medio de una tempestad en alta mar, sobre una frágil embarcación; ¿qué alternativa nos queda? ¿podremos, con nuestros escasos recursos salir adelante con nuestras familias? La incertidumbre, generalmente, nos domina y caemos en angustia.

Pero no todo es tan malo; las crisis, nos ofrecen una gran oportunidad de aprender, de crecer, de madurar, de superarnos por sobre las circunstancias. Y en este punto, debemos pedir a Dios que tome control sobre las circunstancias de nuestra vida. La realidad, es que las circunstancias críticas, son medios de Dios para que le conozcamos y le sigamos: "Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra (Mateo 6: 10)".

En la Biblia, hay muchas evidencias de la forma cómo Dios trata con nosotros en las crisis y nos permite salir adelante con la ganancia de conocerle y seguir con Él por siempre. Si necesitas ser ayudado y quieres conocer la forma cómo Dios te puede sacar adelante en medio de las más difíciles circunstancias, no te desesperes; hay una salida para todo el que busca a Dios.

Te invito a leer la siguiente entrada, titulada, ¿Cuál es tu problema? Confío en que Dios te podrá ayudar a enfrentar toda crisis y salir victorioso por en medio de la adversidad.

Que Dios te bendiga.

martes, 28 de abril de 2009

¿Cuál es tu problema?

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Todos enfrentamos problemas; pero sea cual sea tu situación, no te desanimes, porque hay una solución para cada conflicto de la persona humana...












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Todos los malos sentimientos y malas acciones que cometemos a diario, sólo son síntomas de un gran problema de fondo. Sin embargo, tenemos una muy BUENA NOTICIA para compartir contigo, que puede cambiar radicalmente lo que piensas, lo que sientes y lo que haces.
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¿Te interesa saber de qué se trata?
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Si te interesa resolver el problema de fondo que afecta tu vida, lee la siguiente entrada, bajo el título, "Una explicación del evangelio".
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Una explicación del evangelio

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La palabra evangelio, significa buena noticia. Los siguientes cuadros nos muestran en qué consiste esta BUENA NOTICIA:


En el principio, Dios creó todo perfecto y su propósito eterno, fue bendecir al hombre, manteniendo una íntima comunión entre ambos.

El hombre inocente, tenía vida espiritual, debía ser administrador de toda la creación de Dios disfrutando plenamente de ella (debía poner nombre a todos los animales y cultivar el huerto de Edén), tenía libre albedrío (sólo tenía la prohibición de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal), y podía relacionarse bien con su esposa, hijos, y con su prójimo.

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Pero el ser humano desobedeció a Dios y se hizo pecador. La relación entre ambos fue rota y el hombre sufrió en carne propia las consecuencias de ello: Murió espiritualmente (y debería también morir físicamente), comenzó a destruír el medio ambiente (contaminó la atmósfera, las aguas, las tierras), quedó dañado emocionalmente (inclinado a hacer el mal), y corrompió la sociedad (destruyendo su matrimonio, familia y todo su entorno).

Toda la creación fue dañada por el pecado y el hombre pecador quedó expuesto al infierno. Esta es la más grave MALA NOTICIA, que nos afecta a todos por igual:





Sin embargo, Dios, en su amor, quiso salvar al hombre pecador y restaurar la relación entre ambos.

Para este fin, envió a su Hijo Jesucristo, como sustituto para sufrir el castigo por nuestro pecado y ser el único medio para relacionarnos con Dios. Esta es la BUENA NOTICIA, que toda persona debe conocer en detalle:

La Biblia dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquél que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Jn. 3: 16)”.

Jesús mismo dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi (Jn. 14: 6)”.

Fue en la cruz, donde Jesús cumplió su propósito salvador, al cargar con los pecados de la humanidad, pero particularmente con los tuyos, y los míos, pagando la culpa que a nosotros nos correspondía pagar.
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La Biblia dice: "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotrtos fuésemos hechos justicia de Dios en él (2 Corintios 5: 21)".
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Su muerte salvadora en la cruz, fue confirmada por su resurrección, con cuyo poder son también transformadas las vidas de todos cuantos confían en él.
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Pero el hombre no comprende esto, y por veinte siglos ha seguido viviendo a su manera, en una permanente confusión y destrucción de su vida y de la vida de sus semejantes:


La salvación consiste en querer dejar el pecado (arrepentimiento), creer en el sacrificio gratuito que Jesucristo hizo en la cruz por ti, y recibirle por fe, como el único Señor y Salvador:
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Querer dejar el pecado: “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana (Is. 1: 18)”.

Creer en el sacrificio gratuito que Cristo hizo en la cruz: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mi (Gál. 2: 20)”.

Recibirle por fe: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo (Ap. 3: 20)".

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Con Cristo en la vida, la persona puede relacionarse con Dios, comenzar un cambio integral en su vida, y ser un medio de bendición para otros:

El Espíritu Santo, transforma la vida del hombre salvado; ahora Cristo ocupa el centro de su vida, se somete a la voluntad de Dios revelada en la Biblia y comienza a vivir por fe; gradualmente su vida es ordenada:

El hombre salvado tiene vida espiritual, comienza a preservar el medio ambiente y la sociedad en general, y el Espíritu Santo comienza a fructificar en él, por lo que su daño emocional y psicológico es, gradualmente, sanado, dando lugar a una vida controlada por el Espíritu.

El hombre salvado, ya no va al infierno; y no por obras que le permitan autojustificarse, o gloriarse ante Dios, sino por la pura gracia de Dios que ha sido manifestada por medio del sacrificio de Jesucristo en la cruz.

El hombre salvado, ahora va camino al cielo, a gozar de una eternidad con Dios y con los santos de todos los tiempos que han confiado en Cristo.


Si tú reconoces que necesitas ser perdonado de tus pecados, para tener una permanente y eterna relación con Dios y un cambio de vida, no lo dejes para mañana.


Hoy es el día de salvación. Si realmente te interesa entrar en El Camino de la Salvación, lee la ORACIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO, y dila de corazón a Dios, dando un paso de fe.

Este paso de fe, hace la diferencia entre una vida sin propósito y una vida bajo la dirección de Dios.


Oración del pecador arrepentido


“Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo (Lucas 15: 21).”

Gracias Padre por amarme, y por recibirme tal como soy. Reconozco que necesito de tu amor.

Señor Jesús, gracias por morir en la cruz en mi lugar. Perdona mi pecado, y todo lo malo que he hecho. Hoy te recibo en mi vida como mi Señor y Salvador.

Espíritu Santo, lléname con tu presencia, y produce un cambio total en mi persona.

Ahora Señor, te entrego toda mi vida, para que la dirijas y la guíes por la eternidad.

Gracias, Dios, por escuchar mi oración, y por venir a vivir dentro de mí.

Amén.
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Si has hecho esta oración con sinceridad, Dios la ha escuchado, y Él ha de cumplir su palabra en beneficio para tu vida.

Ahora debes poner tu nombre en un recordatorio semejante a éste, para que nunca olvides que eres un hijo de Dios, sólo por la fe en Cristo:

“PORQUE DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE HA DADO A SU HIJO UNIGÉNITO PARA QUE...

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QUIEN CREE EN SU NOMBRE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA (Juan 3: 16).”

Fecha: _____________________
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Ahora que eres un hijo de Dios

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Habiendo puesto tu fe en Cristo, tu nueva vida como hijo de Dios debe ser alimentada espiritualmente, con el fin de que crezcas de un modo integral, y puedas superar los problemas críticos que afectan tu vida.

Los siguientes recursos espirituales, son esenciales para el desarrollo pleno de esta nueva vida en Cristo:

ORACIÓN:

Así como hiciste de la ORACIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO tu primera oración, debes seguir conversando con Dios, sobre todas las cosas de importancia para tu vida.

FUNDAMENTOS:

Tu fe debe estar basada en el evangelio, o BUENA NOTICIA. Para este fin, puedes estudiar el cursillo, en 5 lecciones, El Camino de la Salvación, que te enseñará los fundamentos bíblicos del evangelio de Jesucristo.

DEVOCIÓN:

Debes alimentarte espiritualmente, haciéndote el hábito de leer una porción de la Biblia cada día, reflexionar sobre lo que has leído, y orar de acuerdo a la verdad central del pasaje bíblico, pidiendo la ayuda de Dios para poder obedecer su palabra. Para aprender a usar bien la Biblia en tu devoción personal, puedes estudiar el cursillo, en 10 lecciones, Leche Espiritual.

COMPAÑERISMO:

Debes participar activamente en un grupo cristiano, o iglesia, donde puedas practicar la oración en grupo, te hagas de amistades cristianas, escuches palabra de Dios basada en la Biblia, aprendas a alabar a Dios, y te enseñen a servir a Dios extendiendo su reino.

TESTIMONIO:

Debes realizar tu servicio a Dios, ayudando a tus amigos, vecinos, familiares, compañeros, etc., principalmente, enseñándoles a entrar en El Camino de la Salvación, del mismo modo como tú lo has hecho. El cursillo denominado, FELIPE, te enseñará como hacerlo.